La diferencia entre neobank y challenger bank

por | Jul 4, 2019 | Opinión

Si nos fijamos en las tendencias que están surgiendo en el mundo de la banca, podemos detectar una que destaca claramente: el auge de fintech que quieren ser (o parecer) bancos.

Dentro de esta categoría se enmarcan muchas startups fintech que buscan convertirse en los nuevos players que revolucionen el sector bancario. Después de la crisis del año 2008, surgió una oportunidad debido a la baja estima que se tenía de las entidades tradicionales. Una circunstancia que rápidamente supieron aprovechar este tipo de actores.

Estas empresas emergentes ofrecen una nueva imagen, un servicio completamente tecnológico sin el complejo legado con el que cuentan los grandes actores del ecosistema en esta materia. Ofrecen una experiencia completamente móvil (sin tener que ir a una oficina), y con productos y servicios diferentes que ofrecen una ventaja clara para los usuarios…. Y, además, sin cobrar comisiones. Pero existen dos maneras diferentes de implementar este concepto: Los Neo Banks y los Challenger Banks.

 

 

¿Qué es un Neo Bank?

Los Neo Banks son aquellas startups fintechs que ofrecen una experiencia 100% móvil de banca, al asociarse con un banco tradicional para gestionar las operaciones, que es realmente el que se encarga de los temas como el cumplimiento normativo, las políticas de KYC y todos los procesos, controles y restricciones a los que están sometidos.

Esto hace que el Neo Bank pueda ofrecer un front-end con una experiencia de uso superior al que ofrecen sus competidores. Sin embargo, el tomador del dinero es una entidad financiera con la que llegan a acuerdos para poder ofrecer estos servicios financieros.

Para el usuario final, la sensación es de operar con una entidad financiera, pero realmente no tienen control sobre el dinero del usuario y son más un tercer actor que hace de intermediario, poniendo el servicio de alto valor para el cliente y dejando la parte de menor valor a su partner. Buscan ofrecer una combinación de mejor servicio y precio, que lo consiguen al escuchar de cerca a su usuario, centrarse en un nicho vertical muy específico (banca para jóvenes, para micropymes…)

Atom es un neobank

Ejemplos de este tipo de fintechs pueden ser Atom, Bnext o Monese.

¿Qué es un Challenger Bank?

 

Los Challenger Banks, por el contrario, son aquellos que pretenden conseguir una licencia bancaria y convertirse en una nueva entidad que entre en el ecosistema de la banca al poder manejar dinero físico.

Estas startups fintech buscan aprovechar su dominio de las nuevas tecnologías, con un nivel de desarrollo tecnológico elevado y una plataforma mobile first, así como el empleo de nuevas tecnologías como puede ser el Big Data, Machine Learning o la Inteligencia Artificial para poder ofrecer servicios a un menor coste o con características novedosas.

Las ventajas para los usuarios suelen ser varias, desde la atención más rápida y personalizada (utilizando canales como Whatsapp), a la retirada de dinero de cajeros en cualquier parte del mundo o los pagos en el extranjero sin comisiones.

Además, buscan atraer a un público joven, desconfiado en las entidades tradicionales, por lo que ofrecen formulas específicas de alto valor para su cliente, con propuestas como pueden ser nuevos modelos de precios, nuevos servicios o diferentes maneras de plantear los mismos.

Logo_Revolut (1)

Ejemplos de este tipo de entidades, son por ejemplo Revolut, o N26.

¿Cuál es la diferencia entre Neo Bank y Challenger Bank?

 

La principal diferencia es de propósito y de licencia bancaria. El propósito de los Neo Banks es ofrecer servicios de alto valor para los usuarios, mediante una colaboración con una entidad tradicional, ofreciendo una experiencia mobile-first y un lenguaje cercano a su target. No buscan gestionar el dinero de los usuarios en el sentido tradicional. 

Los Challenger Banks, por el contrario, quieren convertirse en entidades bancarias, para lo cual deben obtener una licencia que les permita gestionar el dinero físico de los clientes y operar como un banco tradicional. Ofrecen productos innovadores y prometen bajas (o ninguna) comisión.

La clave es, por lo tanto, la licencia bancaria, que para poder obtenerla es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por el Banco Central Europeo que certifican que son merecedores de poder operar con el dinero de los clientes.