Los wearables y cuantificadores y su relevancia en el los seguros y insurtech:

Tener un dispositivo que esté 24 horas al día proporcionando datos sobre un usuario añade una nueva dimensión al mundo de los seguros.

Hasta ahora, la mayoría de seguros se realizan introduciendo una serie de datos y comparando con muestras estadísticas para arrojar un riesgo, y por lo tanto un precio para contratar un seguro de vida.

Sin embargo, con esta gran cantidad de datos y gracias a la habilidad de procesarlos mediante Big Data, la asegura podrá realizar una personalización mucho mayor del seguro que está ofreciendo al cliente.

Se suma así, a una de las tendencias en el Insurtech, la ultrapersonalización, de la que os hablábamos en esta entrada. El cliente no quiere ser el fruto de una estadística, si no que lo que busca es algo que se adapte a su caso particular.

Gracias a la cantidad de usuarios que utilizan estos dispositivos, las aseguradoras pueden tener una base de datos estadística lo suficientemente grande como para detectar patrones, categorizar a sus clientes de una manera mucho más eficaz y hacer estimaciones que permitan reducir su riesgo.

Otra de las grandes ventajas de los cuantificadores, es que pueden servir para detectar enfermedades cardiovasculares con anticipación, pudiendo llegar a salvar vidas de los usuarios, como ha sucedido en varias ocasiones con usuarios del Apple Watch.

El problema de los datos.

Como siempre, uno de los mayores retos a los que se enfrenta la implantación de los cuantificadores en el público general es el uso que se les va a dar a esos datos. En el correcto tratamiento de los mismos, con los pertinentes consentimientos y un nivel de seguridad mínimo garantizado que no exponga los datos personales de un cliente al público general están las claves para la correcta implantación de este tipo de iniciativas.

Es por ello que surgen cada vez más startups que buscan su hueco con las aseguradoras tradicionales, permitiéndoles tener una implantación de tecnología más rápida, para buscar una colaboración con una aseguradora tradicional que tenga clientes susceptibles de probar nuevas tecnologías a cambio de ventajas en su seguro.

Medir, medir, medir….

En un esfuerzo por conocer cada vez más a sus clientes, las aseguradoras buscan nuevas maneras de medir y poder procesar los datos de sus clientes. Las pulseras cuantificadoras es sólo un medio más por el que hacerlo. Sólo el futuro dirá si su implantación consigue ser exitosa o se queda relegado a una anécdota.