El proceso de transformación tecnológica está impactando en la forma en la que los supervisores financieros realizan sus actividades. En ABANCA somos muy conscientes de ello y, en línea con nuestro compromiso con la innovación, hemos implementado el uso de herramientas SupTech para mejorar la eficiencia de los procesos supervisores y los flujos de trabajo, mediante técnicas como la robotización de tareas con fines regulatorios, de supervisión y fiscalización. Todo ello con el objetivo de reducir la carga sobre las empresas y permitir una monitorización más proactiva, mejores informes, supervisión y cumplimiento general por parte del regulador. 

El término de Tecnología de Supervisión Financiera (Financial Supervision Technology – SupTech) se utiliza para describir las soluciones tecnológicas y herramientas empleadas en el ámbito de la regulación y supervisión de las instituciones financieras. Se trata de herramientas tecnológicas diseñadas para ayudar a los reguladores a recopilar y analizar datos financieros de manera más efectiva. Además, también son utilizadas para mejorar la detección de riesgos y actividades ilícitas, con el fin de garantizar un cumplimiento más eficiente en las regulaciones financieras. 

Las SupTech construyen sus herramientas utilizando inteligencia artificial, aprendizaje automático, análisis de datos, automatización y ciberseguridad, buscando que los reguladores obtengan un análisis rápido y eficiente de los datos recopilados, lo que ayuda a identificar patrones, tendencias y posibles riesgos en el sistema financiero. Estas tecnologías usan algoritmos avanzados para realizar análisis complejos y proporcionar información a tiempo real.  

El propósito de la supervisión bancaria es velar por el buen funcionamiento y la estabilidad del sistema financiero, tratando de impedir que las importantes funciones que desempeña el sector bancario en la economía sufran perturbaciones significativas o puedan llegar a colapsar. En la actualidad, el mundo de las finanzas y los servicios financieros ya no se concibe sin la participación de la tecnología en todos los aspectos de sus operaciones, incluida la supervisión.