¿Qué es un Fork de Blockchain? Te lo contamos de manera sencilla
El término «Fork», es vital conocerlo si te interesa el mundo del Blockchain. Te explicamos el porqué.
Es muy común escuchar el término “Fork” cuando escuchamos hablar de Bitcoin. El término asusta a unos, desconcierta a otros, pero siempre genera revuelo. Para intentar que no se le tenga miedo, os vamos a dar una explicación de manera sencilla de qué es un Fork y por qué es tan importante.
Lo primero que debemos saber es que hay dos tipos de “Fork”: los “Hard Fork” y los “Soft Fork”. Pero empecemos por el principio:
¿Qué es un Fork?
En el mundo de las criptomonedas, se define un “fork” como el momento en el que hay un cambio en las reglas de blockchain en el que opere la moneda o cuando los nodos no se ponen de acuerdo en transacciones que hayan ocurrido en el pasado.
Para explicarlo de manera más sencilla, imagina que una gran cantidad de coches por la autopista llega a un desvío. Una cierta parte decidirá ir por ese desvío porque creen que es mejor, o una ruta más rápida, en lugar de continuar por donde la mayoría de vehículos circulan. Hablando en concepto de Bitcoin, esa minoría que coge el desvío, serían los creadores de una nueva manera.
Vale, entonces ¿qué tipos de Fork hay?
Como dijimos, debemos distinguir entre “Soft Fork” y “Hard Fork”.
En el caso de los “Soft Fork”, que son bastante comunes, se producen por casualidad cuando dos o más mineros validan un bloque a la vez que cada uno produce su propio hash (O código de verificación) de ese bloque. Esto se resuelve a menudo cuando el siguiente bloque es añadido al blockchain.
En cambio, los “Hard Fork” son intencionales e impuestos por los desarrolladores de una Blockchain. Los desarrolladores imponen un “Hard Fork” para cambiar cuáles son las reglas del Blockchain.
Como Bitcoin es un proyecto de código abierto (Open Source), los desarrolladores pueden introducir cambios en cualquiera manera, pero eso no significa que todos se lleguen a aplicar, ya que existen dos alternativas posibles:
1. La mayoría de los nodos no están de acuerdo con las nuevas reglas y continúan actuando de la manera habitual. Si tras el fork, un cierto % de nodos deciden aceptar las nuevas reglas como las “mejores”, se enfrentan a la mayoría restante, que rechaza sus bloques, forzándolos a crear su propia moneda.
2. La mayoría de los nodos están de acuerdo con los cambios en las reglas y los nodos que implementan las reglas actuales se ven forzados, o bien a cambiar sus reglas, o bien a crear otra nueva moneda al no estar dispuestos a cambiar.
Esto fue lo que pasó cuando se desarrolló el “Fork” entre Ethereum y Ethereum Classic.
En resumen, lo que ocurrió para que se creara ese fork fue que se creó un “Smart Contract” en la Blockchain de Ethereum, llamado Decentralized Autonomous Organization (DAO), que actuaba con un capitalista de riesgo para blockchain.
Muchos usuarios enviaron sus Ethereums a este lugar para fundar proyectos, llegando a conseguir 150M de dólares en equivalencia en Ethereum, pero este “Smart Contract” fue hackeado y, consecuentemente, muchos Ethers fueron perdidos.
A raíz de esto surgió un debate en la comunidad acerca de si se debería reembolsar a los inversores de este “Smart Contract” su balance de Ethers original.
Como no se ponían de acuerdo, diciendo una parte que no estaba bien interferir con el código de Ethereum, ya que podría dañar el precio futuro de Ethereum, y la otra que era una respuesta ética al problema que ocurrió, se decidió crear un “Fork”, y consecuentemente aparecieron los Ethereum Classic (que seguían las
antiguas reglas) y se mantuvo Ethereum.
Los “forks” no tienen por qué ser necesariamente buenos o malos, sino que es una consecuencia natural del uso de esta tecnología.
En futuras entradas os contaremos más, siguiendo con nuestras entregas sobre blockchain.