El proceso del Design Thinking
¿Cuál es el proceso del Design Thinking?
La mayoría de procesos siguen un orden lineal. Primero dar un paso, luego otro, y así sucesivamente hasta llegar al final. El design thinking propone otro camino en el que cada paso puede llevarte a avanzar, saltarte la siguiente o retroceder a la primera casilla para redefinir todo el proyecto.
El Design Thinking busca poner al usuario en el centro del proceso, para lo cual no hay malos caminos ni demasiado largos para llegar hasta el final. Pero sí que podemos definir 5 “fases” del método:
Descubre: El primer paso del método Design Thinking es ver cuál es el problema, analizándolo desde el punto de vista del potencial cliente o consumidor. Ver por qué tienen el problema, descubrir si está influenciado por el entorno, si es algo que le hace la vida imposible o es algo que solamente le gustaría mejorar, etc… Esta fase es muy importante y se debe tratar de recabar la mayor cantidad de información posible.
Define: Con toda la información que se ha obtenido en la fase de Descubrir, se debe cribar y filtrar hasta conseguir descubrir cuál es la información realmente valiosa y que aporta valor. En esta fase descubriremos problemas que serán la clave en siguientes fases.
Idea: Cogiendo todo el feedback que proporciona la primera etapa, es el momento de trabajar en equipos para desarrollar ideas. No hay ideas buenas ni malas en esta etapa del proceso. Simplemente ideas, por muy locas que puedan parecer, quizá a los usuarios les encante.
Prototipa: Es muy importante coger todas las ideas y desarrollar una manera de testarlas con el mundo real. para ello es necesario crear un prototipo para cada una de ellas. En el proceso se descubrirán posibles fallos, errores conceptuales, nuevas soluciones posibles o ámbitos de mejora. No tienen por qué ser muy complejos, sino que simplemente, al igual que sucedía con el M.V.P., deben rescatar la esencia de la Idea para que sea transmitible.
Testea: En la fase de testeo es el momento de sacar los prototipos a los consumidores. Ver cómo interactúan, si les gusta, qué hacen bien con el prototipo, qué hacen mal, qué podría ser diferente, que odian, en qué piensan al usarlo…
Es muy importante obtener el feedback real y sincero del consumidor y no implantar ideas preconcebidas o guiar al usuario por un camino de ninguna de las maneras.
Una vez se haya testado, será el momento de decidir si la solución es adecuada, o si no lo es, coger todo el feedback obtenido para volver a iterar por todo el proceso, siempre con la opinión real del consumidor, hasta conseguir que se obtenga un producto que le encante al público.
¿Quién puede utilizar este método?
Cualquier empresa puede implantar esta metodología para conseguir desarrollar nuevos productos o nuevas ideas.
El design thinking está al alcance de todo el mundo, existiendo distintas maneras de implantarlo, tanto a nivel personal para afrontar los retos que se presenten en el día a día, como a nivel empresarial mediante talleres, como el que realizamos en ABANCA innova con la metodología proporcionada por Lombard.
De esta manera, se puede acercar la metodología del Design Thinking a las empresas y, en mayor medida, a los empleados.
El método proporciona muchas ventajas a la hora de desarrollar proyectos y crea productos que los usuarios perciben como de mayor valor al haber sido testados antes del lanzamiento del producto.