▷ Innovación: ¿Qué es y cómo podemos definirla? | ABANCA innova
Uno de los aspectos de los que más se habla en el mundo startup es la «innovación», pero ¿cómo podemos definirla?
Solemos referirnos a la innovación como aquello que salva a las empresas, lo que debería estar tratando de hacer constantemente. No hay crecimiento sin innovación. Crecer pasa por innovar, etc… pero realmente, ¿qué es la innovación?
La innovación se define como un cambio que introduce novedades.
Una definición simple, pero que a la vez alberga una gran cantidad de lecturas posibles. En el ámbito coloquial y general, el término se utiliza de manera específica en el sentido de nuevas propuestas, inventos y su implementación económica. En cambio, en el sentido estricto, se dice que las ideas sólo pueden ser innovadoras cuando se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos.
Este término, que es aplicable a varias áreas, tiene especial aplicación en el campo de la Economía, según la “Teoría de las innovaciones” de Joseph Schumpeter, que define la innovación como el establecimiento de una nueva función de producción. La economía y la sociedad cambian cuando los factores de producción se combinan de una manera novedosa.
Sugiere que invenciones e innovaciones son la clave del crecimiento económico y quienes implementan ese cambio de manera práctica en los emprendedores.
Pero no sólo se aplica al campo económico, sino que en áreas como las ciencias humanas y la cultura la innovación de define como la búsqueda a través de la investigación de nuevos conocimientos, soluciones o vías de solución.
El término innovación se refiere a aquel cambio que introduce alguna novedad o varias. Cuando alguien innova, aplica nuevas ideas, productos, conceptos, servicios y prácticas a una determinada cuestión, actividad o negocio, con la intención de ser útiles para el incremento de la productividad.
Otra definición, más concisa, es la de Ken Morse: “La innovación es la comercialización con éxito de una invención novel”.
Sea cual sea la definición que se utilice, todas se resumen en dos partes claramente diferenciadas.
La primera, la creación de algo nuevo y su puesta en valor. Para que haya innovación tiene que haber una innovación novel, es decir, algo que se haya inventado -en cualquier ámbito-, pero que además sea nuevo y no se haya hecho antes o de la misma forma.
Esta novedad puede surgir tanto de un descubrimiento científico como de la recombinación en una nueva manera de conocimiento y tecnología ya existentes. Y la novedad puede darse de varias maneras: aumentando la eficiencia, la comodidad o el coste.
La segunda parte habla de la puesta en valor del producto y, por lo tanto, de su comercialización sin éxito. Una invención no es innovación. Con el concepto de invento se engloban desde las nuevas ideas hasta la construcción de prototipos o el desarrollo concreto de una concepción, pero en la fase previa al mercado. En cambio, la innovación requiere la salida al mercado para ser definida de ese modo.
La innovación puede surgir de manera casual (por ejemplo, el descubrimiento de la penicilina) o tras una búsqueda sistemática, por ejemplo, vía I+D (Investigación y desarrollo)
Las culturas occidentales tradicionalmente acentúan más bien el aspecto activo de la creatividad en el sentido del significado de la palabra latina “creare” que significa crear, producir y configurar. En el antiguo Egipto y en las culturas orientales aparece por el contrario la creatividad como el “introducir” algo en un proceso de crecimiento natural, lo que apunta a la segunda raíz lingüística de la creatividad: “crescere” (crecer, transformarse, suceder, hacer, crecer)
Prof. Dr. Hermannn Lang
Enfoque multidimensional:
El número de definiciones de innovación ha crecido a lo largo de los años de manera exponencial. Existiendo incluso definiciones contradictorias entre sí. Aun así, existe concordancia entre los autores acerca de si la innovación tiene que mostrar relación con lo nuevo.
“Nuevo” en este caso no se refiere solamente al horizonte temporal, sino también a una dimensión objetiva y social.
Existen, al menos, tres tipos bien categorizados de innovación:
Innovación como novedad: En la dimensión objetiva de la innovación observamos la singularidad de artefactos, productos, métodos o servicios hasta ahora desconocidos y sin precedentes hasta el momento.
Innovación como cambio: En la dimensión temporal, las innovaciones se nos presentan como nuevos procesos en el sentido de transformaciones, difusiones, o simplemente de cambios.
Innovación como ventaja: En la dimensión social nos referimos a formas nuevas de ventajas, que van acompañadas de nuevas formas de administrar la interpretación del público al que se orientan y que pueden verse como progreso o adelanto.
Resumiendo, ¿qué es la innovación?
La innovación es un proceso que consiste en convertir un problema o una necesidad en una solución. La innovación puede realizarse a través de mejoras y no solo de la creación de algo completamente nuevo.
Con esto concluimos la primera entrada sobre la innovación. En la siguiente os contaremos la diferencia entre la innovación contínua y disruptiva.