¿Cuáles son los principios del Design Thinking?
¿Qué es el Design Thinking? ¿En qué se basa?
El Design Thinking es un término muy empleado en la actualidad, especialmente en el mundo de las startups, en el que puede ser conocido gracias a la enseñanza de Eric Ries con su método de Lean Startup, del que te contamos todo en esta serie de entradas.
l término Design Thinking se refiere a una metodología para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios.
El origen viene de la estrategia que aplicaban los diseñadores de producto a la hora de afrontar un nuevo diseño, que es de donde toma origen el nombre. Aunque en España se traduzca por “Pensamiento del diseño”, el término más empleado es su versión de inglés.
Aunque el origen de esta metodología sea académico, concretamente en la Universidad de Stanford en California en los años 70, el que se considera precursor y creador de este movimiento es la empresa consultoría de diseño IDEO, que adoptó con gran éxito este método como manera de crear sus productos.
El Design Thinking tiene como objetivo poner en el centro del diseño de cualquier tipo de producto o servicio al usuario. Alejarse de las suposiciones que pueden estar influidas por las experiencias vitales de cada diseñador o su entorno personal, y buscar comprender realmente cómo piensa el consumidor o cómo interactúa con su producto.
Se basa en una serie de características para conseguir lograr este objetivo:
La generación de empatía: Entender el problema, reducirlo a sus principios elementales, comprender cuáles son las necesidades de los usuarios, saber qué dificultades se encuentran, etc., requiere de empatía, ponerse en lugar del consumidor, comprender el porqué de sus acciones y cuáles son realmente las características que le importan. Saber cómo entenderlas y satisfacerlas es la clave del método del Design Thinking y sobretodo, de un diseño exitoso.
El trabajo en equipo es otro pilar fundamental del método Design Thinking, ya que se generan una serie de sinergias y se descubren nuevos puntos de vista que pueden dar un giro completo al diseño.
La generación de prototipos. Como os decíamos en el método Lean Startup, el M.V.P. es vital en el proceso de una startup. Este concepto que proviene precisamente de este aspecto del método Design Thinking, busca materializar las ideas en el mundo real, ya que en el proceso de materializarla se observarán nuevos fallos que no se habían descubierto en el plan inicial de diseño, o se descubrirá que una solución que se pensaba ideal, en realidad, no funcionará.
Es posible también que la generación de un prototipo y su posterior testeo nos dirijan por caminos que no se habían explorado y que acaben siendo el núcleo del producto final. Un prototipo no tiene que ser ni único ni perfecto, ya que se puede extraer lo que funciona de uno y aplicarlo a otro hasta conseguir mejorarlo.
Es importante también estar en un entorno lúdico. El método de Design Thinking promueve disfrutar del proceso de creación de un proyecto hasta el punto en el que se pueda desarrollar libremente el pensamiento y surjan las mejoras ideas.
Además, es importante destacar la importancia del contenido tanto visual como plástico. Poner las ideas en una pizarra, crear una maqueta con cartón o tener algo funcional en software puede ser un gran catalizador de grandes ideas.