Los test de usuario son una de las herramientas más potentes para obtener feedback. (Si se hacen bien). Os contamos cómo ?

Una de las tareas probablemente más complicadas y que muchas veces se subestima porque pensamos que es algo que todo el mundo sabe hacer, es realmente uno de los aspectos críticos de un proceso de diseño de un nuevo producto o servicio, porque es la fase en la que obtenemos feedback a través de un contacto directo con los usuarios, y es muy sencillo obtener conclusiones erróneas. Pero por suerte, has llegado hasta aquí, y vamos a aprender a hacerlo bien 🙂

Las cinco fases de un buen test de usuario

Al igual que una buena novela, una entrevista o test de usuario, deben tener un guión que haga que el usuario transcurra por él de manera lógica, para que se sienta cómoda y no parezca que está haciendo un test.

Escapemos de una «prueba» y busquemos que sea una «conversación».

Las cinco fases por lo tanto son:

  • Un cálido recibimiento
  • Poner en contexto a el usuario
  • Presentación del prototipo
  • Tareas detalladas para realizar por parte del usuario
  • Un breve resumen y recapitulación

Vamos a detallar cada una de ellas 😀

Un cálido recibimiento

Pongámonos en la piel del usuario. Llega a una oficina que no conoce (o a una invitación de videollamada), a junto de alguien que o bien conoce muy poco o prácticamente nada, que no sabe exactamente muy bien qué es lo que pinta allí, y de repente se ve obligada a dar su opinión acerca de algo. Asusta un poco.

Por eso, el papel del entrevistador es dar una cálida bienvenida para hacer que la otra persona se sienta cómoda. Hablar sobre el tiempo, sobre la actualidad del mundo, sobre lo que quieras, pero siempre con una gran sonrisa de oreja a oreja.

Después, es muy importante, explicarles a los usuarios el proceso que vamos a seguir aquí, buscando su feedback para poder mejorar, contando con su opinión.

Es importante, pedir permiso al usuario para grabar la entrevista, así como preguntar si tiene alguna duda acerca del objetivo de la sesión.

Poniendo en contexto al usuario

Es súper importante que antes de que pasemos al test (nuestro objetivo), primero nos pongamos en contexto con el usuario acerca de su estilo de vida, sus gustos y sus preferencias. Esto nos sirve para comprender a nuestro usuario, así como hacer que el test parezca una conversación fluida.

Es por eso que empezaremos con preguntas muy generales, como por ejemplo: ¿A qué te dedicas?, para poco a poco ir cerrando las preguntas acerca del objeto de nuestro test del usuario, por ejemplo si es una aplicación de entrenador personal, podemos preguntarle acerca de su rutina de ejercicio físico.

Presentando el prototipo

Ahora será el momento de pasar a la prueba de nuestro prototipo.

Y en esta fase, es necesario que guiemos a nuestro usuario hacia el camino de menor resistencia, a través de una serie de pasos y explicaciones que harán que sea un proceso sencillo.

Es importante, que empecemos pidiendo permiso para enseñarles el prototipo, con algo del estilo: ¿Podrías echarle un vistazo a un prototipo?. De esta manera conseguimos su complicidad y predisposición a probarlo.

Es importante también, que se le explique el término «prototipo», que puede significar que algunas cosas no funcionen bien del todo, lo cual es perfecto, porque es precisamente lo que estamos buscando, los posibles fallos.

Otro enfoque que suele ayudar al proceso es el decir que el prototipo no lo ha hecho el entrevistador, que su único papel es el de evaluarlo (¡Aunque no sea cierto!), lo que quitará peso de los hombros de nuestro usuario. También es importante que recalquemos que necesitamos opiniones sinceras acerca del prototipo, el objetivo es mejorar y no hay respuestas buenas ni malas.

Si es posible, lo ideal es que el usuario siga un proceso de «pensando en alto», que haga que nos vaya contando el proceso mental por el que está pasando, tanto si tiene dudas sobre algo como si algo le gusta.

Dando tareas a nuestros usuarios

Ya que no podemos estar en sus casas cuando vayan a utilizar nuestro producto, la mejor manera que tenemos de obtener datos interesantes de nuestros usuarios es a través de las tareas.

Crear una lista de tareas que el usuario tiene que completar, para que nosotros podamos obtener el feedback. SIn embargo esta tarea no debe ser demasiado explícita – nada de haz click aquí – si no más bien, tareas generales como: Supón que estás en la App Store, ¿cómo encontrarías nuestra aplicación?

Anota entre 5 a 7 «tareas» que tu usario debe de completar para una sesión de aproximadamente 45 minutos. Puede que las complete antes, pero lo interesante no son las tareas, si no la conversación que se produce.

El papel del entrevistador es precisamente, acompañar a nuestro usuario durante este proceso, ayudando a aclarar sus pensamientos y guiando la conversación con preguntas como: ¿Qué es? ¿Para qué sirve? ¿Qué opinas de eso? ¿Qué esperas que pase cuando hagas click?

El feedback.

Es importante que obtengamos feedback por parte de nuestro usuario al finalizar la entrevista, tanto para indicar a nuestro usuario que está terminando la sesión como para hacer un resumen y conocer la opinión del usuario.

Preguntas del estilo de: ¿Qué es lo que te ha gustado? ¿Qué echas de menos? ¿Qué no te ha gustado del producto? pueden ayudar a que el usuario te haga un resumen de la sesión.

Con esto, tendremos mucho feedback, que sumado a muchas entrevistas (al menos 5), nos dará una gran información acerca de nuestro producto, que muchas veces se nos puede pasar por alto en el proceso del desarrollo.

¡Mejora tus pruebas de usuario con este sencillo esquema!

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