Grandes emprendedores: Ada Lovelace

por | Feb 21, 2018 | Opinión

Ada Lovelace es otro de los personajes que inspiran una de nuestras salas. Todo un referente para las mujeres emprendedoras y apasionadas de la tecnología, os contamos su historia que inició el campo de la computación.

La vida de Ada Lovelace:

Ada Lovelace, nacida el 10 de diciembre de 1815, vivió una infancia marcada por la separación de su madre (Anabella Byron) de su padre, Lord Byron. Recibió una educación esmerada, muy exigente y sin poder relacionarse con gente que no fuera aprobada por su madre. Eso hizo que ya desde pequeña tuviera influencia de grandes profesores como la matemática Mary Somerville, que despierta el amor por las matemáticas en Ada.

Cuando cumplió 18 años, al asistir a fiestas de la alta sociedad londinense, Ada conoció al que sería la persona que mayor influencia tendría en su carrera, Charles Babbage, con el que compartían el amor por la mecánica, además que ser el impulsor de un proyecto de calculadora mecánica que funcionara sin humanos, la llamada máquina diferencial.

Ada, que estaba fascinada por las máquinas y los mecanismos, descubrió el telar de seda de Joseph Marie Jacquard e inmediatamente, buscó la manera de aplicar ese telar a los números, creando, gracias a Babbage y su inspiración con su máquina diferencial.

Tras casarse en el año 1835, Ada siguió con su empeño de construír una máquina para calcular, hasta que por fin en 1841 se decide a emprender una colaboración con Babbage, que consistió en traducir los artículos del científico Luigi Federico Menabrea. Llamó a ese trabajo “Notas”, que consistía en su propio estudio sobre la máquina analítica y como anexo la susodicha traducción.

Las “Notas”

En ese estudio, Ada describe con un lenguaje muy técnico cómo funcionaría su ansiada máquina analítica, pero también ofrece observaciones claramente teóricas, distinguiendo entre datos y procesamiento, algo revolucionario. Aspiraba a crear la informática (o ciencia de las operaciones como ella lo denominaba), dándose cuenta de las incontables aplicaciones prácticas que podría tener. Incluso llegó a vislumbrar la posibilidad de digitalizar la música:

» Supongamos, por ejemplo, que las relaciones fundamentales entre los sonidos, en el arte de la armonía, fueran susceptibles de tales expresiones y adaptaciones: la máquina podría componer piezas musicales todo lo largas y complejas que se quisiera».

Ada tenía claro, que la máquina tendría tres usos principales: Procesar fórmulas matemáticas expresadas con símbolos, hacer cálculos numéricos y dar resultados algebráicos.

El primer programa: 

Ada en sus notas, denominadas de la A a la G, estando la G dedicada a los números de Bernoulli, en el que describe  peraciones matemáticas mediante las cuales usando tarjetas perforadas se “tejerían” una secuencia de números en la máquina analítica. Este código está considerado como el primer algoritmo diseñado para ser ejecutado por un ordenador, lo que hizo que Ada se convirtiera en la primera programadora de la historia.

Por haber sido la primera programadora de la historia y haber ayudado a crear la informática, Ada es uno de nuestros personajes que dan nombre a nuestras salas.